Edificio

Instalaciones

El Centro de Arte La Regenta se encuentra situado en el número 427 de la calle León y Castillo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Se localiza a la entrada de la zona portuaria, en un entorno destinado, principalmente, al ocio y al turismo debido a la cercanía de las playas de Las Canteras y Las Alcaravaneras.

Ubicado en una zona céntrica, tras una conveniente remodelación, La Regenta ocupa el edificio de lo que era una antigua fábrica de labores de tabaco, de la que toma su nombre. Con un total de   metros cuadrados, el Centro cuenta con espacios expositivos, repartidos en dos plantas, una sala de usos polivalentes con capacidad para cincuenta personas, una biblioteca y mediateca, así como una terraza apta para numerosas actividades al aire libre. Cuenta también con áreas de administración, talleres y producción artística, además de los almacenes equipados para albergar las obras de la Colección. El proyecto original del edificio es del arquitecto Fernando Delgado y data aproximadamente de los años 40. El inmueble fue adquirido por el Gobierno de Canarias en la década de los ochenta a propuesta del poeta Manuel Padorno y rehabilitado para utilizarlo como centro de exposiciones, abriendo sus puertas por primera vez en 1987.

El edificio de La Regenta constituye uno de los escasos ejemplos de la arquitectura industrial que ha logrado subsistir hasta nuestros días como exponente de la que se desarrolló en esta parte de la ciudad de Las Palmas al amparo de la actividad económica de los muelles. En la actualidad, alberga la única sala de arte estable de su entorno, siendo un referente de la vida cultural de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Historia

El Centro de Arte La Regenta, se ubica en el edificio de una antigua fábrica de tabacos que así se denominaba. Al parecer el proyecto es del arquitecto Fernando Delgado y debió realizarse en los años posteriores a 1945 pues la calidad del hormigón indican ya esas fechas.

Es un proyecto interesante ya que atiende a un programa variado: las dos primeras plantas para la fábrica, oficinas en la tercera y vivienda en la cuarta, aunque solo en las crujías traseras. De ahí que el zaguán tenga un tratamiento de vivienda, con estucados.

El alzado es de gran claridad y simplicidad compositiva –la horizontal de las huecos– se articula, también, con bandas horizontales. Sólo en el remate encontramos un elemento decorativo de bandas verticales, como auténticas “coronas” de “la Regenta”.

A pesar de la sencillez del alzado, de cierta remembranza Arte-Decó más parece un edificio de oficinas. Con todo parece que el arquitecto, por exigencias del tema, olvidó las formas, decoración y materiales de la arquitectura del Mando Económico de Canarias.

La planta se organiza a partir de un gran patio en segunda crujía y que se cierra con linterna. No creo que sea excesivo decir que es una descontextualización de la “casa patio”, el tipo más “noble” de la arquitectura tradicional de las islas. Y es precisamente el sistema de las galerías al patio y la gran linterna lo que favorecieron su reutilización como centro de Arte en la zona de la Luz, en Las Palmas de Gran Canaria.

EDIFICIO DE LA FABRICA DE TABACO “LA REGENTA”

Arqueología de la Industria Tabaquera.

Fue en el periodo de la Restauración Monárquica cuando se hicieron los primeros intentos en la industria del Tabaco. Así entre 1874 y 1882, el cultivo del tabaco supuso la alternativa a la crisis agrícola que había supuesto la caída de la cochinilla.

Sin embargo, por diversas circunstancias –la Ley de Puertos Francos-, el incumplimiento de promesas por parte del Gobierno Central, además de la falta de competitividad, dieron al traste con estas ilusiones. En Canarias, nunca fue posible la industrialización y la industria tabaquera quedó reducida, en 1902, a cuatro fábricas en Las Palmas y sólo para el consumo local.

De esta no-industrialización se deriva el que tengamos en los años de la Restauración escasos proyectos industriales, tratándose en la mayoría de las ocasiones, de simples instalaciones en edificios preexistentes. Es ejemplo de esto el que la primera máquina de vapor, que se instala en la ciudad para una fábrica de tabacos se ubique en un patio de edificación antigua en la calle de Triana. Lo mismo sucederá seguidamente con la primera fábrica de Eufemiano Fuentes en la calle Pamochamoso en 1905.

Fábrica “La Regenta” primera localización.

En la segunda década de este siglo se fundó la fábrica “La Regenta”, cuyo propietario era Don Joaquín José Dos Santos. Es probable que eligiera esta denominación por la novela de Leopoldo Alas “Clarín” que se publicó en 1885. En ella trató la sordidez de la vida provinciana bajo la Restauración, precisamente en los años de la Regencia de María Cristina.

La localización de las primeras industrias tabaqueras en nuestra ciudad se concentró, en gran medida, en el nuevo barrio de Arenales. Este barrio, nacido a partir de 1852-1860, tuvo su base expansiva en la casa terrera y el almacén.

La estructura social del barrio -clase obrera y media baja- en vivienda como dije, fundamentalmente de planta baja, focalizan y atraen la localización aquí de las industrias que como la tabaquera, empleaba a gran número de mujeres. Será ésta la razón por lo que no se localizaron en el puerto de la Luz.

La primera fábrica “La Regenta” estuvo en la calle Perojo, en la que también estuvo la Fundación “Hijos de Enrique Sánchez”, el garaje “Paris”, etc.

El nuevo edificio en el nuevo barrio del Puerto.

En la calle Perojo estuvo esta fábrica hasta después de la guerra española y, posiblemente, de la Guerra Mundial, pues la calidad del hormigón es una huella.

De todas maneras, puesto que Las Palmas era ya, desde 1913, una “ciudad Portuaria” con gran tráfico, es posible que se construyera entre 1940-45, aunque me inclino a que sea de los años inmediatamente posteriores. En todo caso se trata de una parcela “reconstruida” ya que en el Plano de Fernando Navarro (1911) esta parcela está ya ocupada.

El proyecto parece que es del arquitecto Fernando Delgado y presenta el interés de ser un encargo para fábrica en las dos primeras plantas, oficina en la tercera y vivienda en la cuarta, pero solo en las crujías traseras. De esta mezcla del programa nace el que el zaguán tenga estucados y apariencia de viviendas y no de fábrica. El alzado escueto y simple, está articulado horizontalmente por la disposición de bandas horizontales de huecos. Sólo en el remate encontramos un elemento decorativo de bandas verticales como auténticas “coronas” de “La Regenta”.

A pesar de la sencillez del alzado –despierta remembranza “Art Decó”-, sin embargo más parece un edificio de oficinas o viviendas. Con todo, está claro que el arquitecto se olvidó, por exigencias del tema, de las profusiones decorativas y riqueza de materiales que la arquitectura del Mando Económico hacía por esos años en Las Palmas.

La planta está organizada a partir de un gran patio en la segunda crujía y con linterna. Las naves de las fábricas son dos galerías que dan a este patio. No creo excesivo decir que se trate de una descontextualización de la “Casa Patio”, local, con patio centrado en la segunda crujía y que es el tipo más “noble” de la arquitectura tradicional canaria. De todas maneras, y sin haber estudiado el tipo de fábrica en la cultura arquitectónica, parece adecuada la elección hecha ya que, estas industrias, necesitaban una gran ventilación. En el cuerpo principal de la fachada se sitúa la circulación vertical, mientras que por las galerías se organiza la horizontal.

Es precisamente el sistema de las galerías al patio y la gran linterna lo que favorecen a la reutilización que se pretende como Centro de Arte de La Luz. En fin, no es la vieja utopía de unir Arte e Industria…

Saro Alemán, 27 de abril de 1987.