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Oro rojo

La artista mexicana Gin Ro presenta el trabajo de su estancia en residencia en La Regenta. Hasta el 17 de septiembre.

Oro rojo

La artista mexicana Gin Ro presenta su primera exposición individual en Canarias, Oro rojo, resultado de su estancia en residencia en el Centro de Arte La Regenta, dentro del Programa Internacional de Residencias Artísticas 2022. A través de una veintena de fotografías en diferente formato realizadas con un revelado alternativo y sostenible —en el que emplea el tinte natural extraído de la cochinilla— se muestra el resultado de su investigación sobre la producción actual de grana cochinilla en Canarias.

El desarrollo de este proyecto continúa su investigación artística que lleva realizando los últimos cuatro años sobre la modificación de la identidad a partir del rastro y el cuerpo situado por diferentes procesos sociales, económicos e históricos como: la colonialidad, el neoliberalismo y la globalización. A su vez, la artista indaga en las relaciones históricas entre Latinoamérica y España, utilizando como marco de pensamiento la teoría decolonial.

En su investigación sobre la relación de este tinte con el territorio canario ha contado con la colaboración de la Sociedad Cooperativa Agraria Guatiza y Mala, Juanita Ideando y la Asociación Milana, en Lanzarote, y la Asociación de Criadores y Exportadores de Cochinilla de las Islas Canarias y Canaturex, en Gran Canaria. Gin Ro plantea que:

Oro rojo se le denominó al impacto económico que generó la grana cochinilla, un pequeño insecto parásito del nopal; el cuerpo disecado de la cochinilla hembra contiene el ácido cármico o carmín un elemento tintóreo que ofrece un color estable y de larga duración que con modificadores de PH puede variar su color desde el rojo, al morado hasta el negro; este tinte fue utilizado para el teñido de textiles.

El tinte ocupó el segundo lugar en exportaciones de Nueva España (actualmente México) hacia Europa desde finales del siglo XV hasta el siglo XIX.

La nopalera y la grana son originarios de México, su domesticación, la técnica para el cultivo tanto del nopal como del insecto, hasta la extracción del tinte se les atribuye a los pueblos originarios zapotecas y mixtecos del área de Oaxaca en México. Este proceso se denomina “nocheztli” que significa en náhuatl “sangre de nopal”; los procesos de cultivo son procesos manuales, por lo tanto, artesanales, cuyo periodo de producción varia de dos a tres meses y puede producirse durante todo el año en condiciones climáticas adecuadas. Jaques Heers, historiador francés, menciona al respecto del proceso “Se trataba de un trabajo muy riesgoso y especializado, que sólo los indios tenían la paciencia para hacerlo, por ello se dejó en sus manos” siendo los españoles los que se dedicaban a su comercialización.

Tras su independencia en 1820, México fue el principal productor del tinte. La Corona Española, al ver afectado su monopolio del tinte, exportó 8 nopaleras con los insectos a Cádiz con la intención de la climatización, cultivo y producción de la grana cochinilla para abastecer las demandas de colorante de Francia e Inglaterra, quienes procesaban la grana cochinilla en carmín.

En 1826 se introdujo en las Islas Canarias ya que su clima era propicio, además, para mitigar la crisis cíclica de la agricultura de la vid y el azúcar, el cultivo de la grana cochinilla dio prosperidad económica a la región.

En el documento En recuerdo de otros tiempos: la recogida de la cochinilla en valle de Guerra (La Laguna, Tenerife), de María Candelaria Díaz Palmero escribe: “Las mujeres son las que desempeñan la mayor parte de las operaciones del cultivo; pero en lo que concierne al cultivo, todo es también de su incumbencia, desde que se preparan y disponen los tableros y la lienza para el desove, hasta que la grana recogida se seca, se pesa y expide para el extranjero”.

Tras la aparición de los tintes sintéticos junto a otros factores, las Islas Canarias dejaron de cultivar la grana cochinilla, cambiando paulatinamente de sector económico hacia el turismo.

En la actualidad, existen pocos productores de grana cochinilla, para este proyecto me enfoqué en los territorios de Gran Canaria y Lanzarote, siendo en este último donde se tienen almacenadas toneladas del insecto seco, esperando que vuelva el “Oro rojo”.

Los productores actuales volvieron al cultivo por la crisis de 2008, usando los saberes familiares para cultivar la nopalera y la crianza de la cochinilla; es una generación sin relevo, que de niños ayudaban a sus padres y abuelos a cultivar la grana y pueden reconocer los factores de riesgo de su cultivo: la desunión entre productores, el enfoque sólo a la producción, la falta de una procesadora del tinte, la nula investigación desde las Islas, la plaga que introdujeron para controlar las nopaleras, el cambio del paisaje y el clima.

Estos productores están tratando de reactivar el cultivo y el uso de la grana cochinilla como tinte por medio de certificados de dominación de origen, el ecoturismo y la divulgación, buscando compradores en los sectores alimenticios y cosméticos, donde el colorante carmín presenta la denominación E-120; para ellos es necesario un cambio de paradigma, sobre todo, la producción del tinte, donde se piense más en un comercio local, sostenible y que dé un valor diferencial al tinte.

Loli, hija de cosecheros de grana cochinilla en Mala, Lanzarote, comenta: “Recolectar grana con la milana, me trae recuerdos, de un paisaje diferente, de la experiencia familiar, del paisaje que poco a poco se ha ido modificando”.

Para este proyecto, me enfoqué en los gestos del cultivo de la grana cochinilla: infectar, raspar, recolectar, asemillar, tamizar, friccionar y secar, todo trasmitido de generación en generación por las familias, al igual que la grana cochinilla genera núcleos de madres e hijas en el nopal y son saberes compartidos entre América y las Islas Canarias.

Vinculo la forma manual de la producción de la grana cochinilla con la forma de revelar fotografías analógicas, utilizando recetas de pueblos originarios para extraer el tinte y con él, revelar las fotografías de los gestos usados en los procesos de cultivo del insecto.

El pensador Grosfoguel menciona “descolonizar el conocimiento significa descender del punto cero y hacer evidente el lugar desde el cual se produce ese conocimiento” desde esta premisa, con el proyecto Oro Rojo, busco centrarme en el “saber hacer”.

 

 

Imagen superior
Gin Ro, Cochinilla Gran Canaria, 2022, fotografía sobre tela, 3 x 1,5 m, imagen © cortesía de la artista

Gin Ro
1986 – Ciudad de México

Licenciada en Diseño Industrial en la Universidad Autónoma Metropolitana – Xochimilco de Ciudad de México. Desde el 2014 ha profundizado en el estudio técnico y conceptual del medio fotográfico en instituciones de su ciudad natal como Gimnasio de Arte, La Hydra+ Fotografía y en la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México, con profesionales internacionales como José Luis Cuevas, Alex Cartagena, Verónica Feira, Bruno Ceschel y Ramón Pez.

En 2017 recibe mención de honor en la Beca Roberto Villagraz del Centro Internacional de Fotografía y Cine (EFTI) en Madrid, con el proyecto Welcome to the parking, con el que plantea el problema de identidad mexicana ante la globalización. Con esta distinción realizó el Máster de Fotografía Contemporánea y de Proyectos Personales de la Generación 2017-2018 de EFTI.

El tema central de su trabajo es la modificación de la identidad a partir del rastro y el cuerpo situado por diferentes procesos sociales, económicos e históricos como: la colonialidad, el neoliberalismo y la globalización. Desde hace cinco años se centra en las relaciones históricas entre latinoamérica y España, usando como marco de pensamiento la teoría decolonial. Se interesa por la imagen en la cultura visual, y emplea la fotografía como medio para desarrollar sus investigaciones artísticas, pero siempre en un formato expandido, utilizando archivo, alterándolo, convirtiéndolo en técnicas prefotográficas. En algunas ocasiones utiliza otros medios como la serigrafía, la cerámica y el film. Actualmente vive y trabaja entre Madrid y Bilbao, donde se encuentra experimentando con la fotografía analógica y la instalación.

Entre sus exposiciones colectivas destacan El sueño de un Arquitecto (Madrid, 2018); Activaciones anticoloniales y experiencias diásporas, en el Centro de Residencias Matadero (Madrid, 2019); Puertas Abiertas 2021, en BilbaoArte (Bilbao, 2021). Recientemente realiza su primera exposición individual El otro lado del jardín, en BilbaoArte Fundazioa (Bilbao, 2022). En este mismo año es seleccionada dentro de las ocho finalistas del Certamen Baffest.

Gin Ro: Oro rojo

Fechas
Del 22 de julio al 17 de septiembre de 2022
Inauguración: 22 de julio, 20.30

Entrada gratuita, acceso libre

Centro de Arte La Regenta
c/ León y Castillo, 427
35007 Las Palmas de Gran Canaria
Islas Canarias – España

Horario de sala
Martes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas /
sábados de 10:00 a 14:00 horas / domingos, lunes y festivos cerrado

Centro de Arte La Regenta
Gobierno de Canarias

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